LECCIONES DE LOS CAMBIOS EN LOS HÁBITOS DE CONSUMO
LA COMPRA EN LÍNEA Y EL ALMACENAMIENTO PROPICIAN UN MAYOR INTERÉS DE LOS CONSUMIDORES FRENTE AL EMPAQUE
Sandra Zumbado Alvarado / prensa@revistacorrugando.com
La pandemia trajo consigo a un nuevo consumidor, más informado, que medita más sus opciones de compra y que busca la facilidad de las transacciones en línea, para no exponerse en centros comerciales y evitar aglomeraciones.
Enfrentarse a la COVID-19 ha sido un reto desde diferentes ángulos, pero ha dejado también lecciones importantes que queremos compartir con todos ustedes, con el fin de aplicarlas en el giro de negocio, tomando en cuenta que el consumidor ya cambió, pero seguirá cambiando.
Apoyado en los resultados presentados por el mega estudio regional de UNIMER Centroamérica, denominado Consumidor Mutante y presentado en diciembre pasado, les mostramos algunos datos interesantes y aplicables para el planeamiento de las estrategias de negocio para este nuevo año.
CONSUMO DIGITAL
El consumo por medio de plataformas de Internet y apps creció en gran número, pero los entrevistados, casi 11.000 centroamericanos de seis países, dejaron ver también que, pese a la facilidad de los servicios en línea, siguen extrañando y valorando, el servicio y el contacto humano, algo que, sin duda, hemos aprendido a valorar aún más en tiempos de pandemia.
“Los puntos de contacto entre el consumidor y su empresa siguen siendo relevantes a nivel humano. Una fuerza laboral capacitada, motivada y empoderada permitirá canalizar los esfuerzos en un ambiente cambiante”, explica Beatriz Zumbado de Inteligencia de Negocios y Mercadeo de UNIMER Centroamérica.
Este elemento se convierte en un aviso de peso para los empresarios, comerciantes y emprendedores; aun cuando los servicios en línea les facilitan la vida a las personas, siempre es vital mantener la posibilidad de un contacto con una voz humana, especialmente cuando se trata de resolver inconvenientes presentados con la entrega o los productos y tomando en cuenta que los usuarios de los medios electrónicos son de todas las edades.
La información del estudio de UNIMER giró alrededor de muchos temas, entre los que destacan:
- Cambios de comportamiento, consumo y compra de los consumidores
- Grado de afectación de la pandemia en la situación económica y laboral de las familias.
- Capacidad actual de los hogares para cubrir gastos
- Productos y servicios que están comprando o usando en mayor o menor medida, los consumidores
- Expectativa de retomar los hábitos de consumo y compra antes de la pandemia.
- Formatos de compra que dejaron de visitar los consumidores y formatos en los que se incrementó la visita
- Top de marcas que el consumidor sintió que le han apoyado durante la pandemia
EMPAQUES RESISTENTES Y PERSONALIZADOS
De cara al mercado del corrugado, es importante destacar que muchas personas hicieron compras para almacenar, un 38% lo confirmó en la encuesta. Una situación que le da valor a la duración, seguridad y facilidad de manejo del empaque.
Destaca también el estudio que, un 69% de los entrevistados, confirma haberles comprado a emprendedores y un 50 por ciento dijo haber iniciado un emprendimiento en tiempo de encierro y pandemia. Esto representa un movimiento amplio en el mercado de empaques especiales tanto para productos alimenticios como otros de uso personal, que se convirtieron en el punto de compra para muchos consumidores.
“Los emprendimientos se convirtieron en el medio por el cual los centroamericanos lograron tener más ingresos en sus hogares luego de que perdieran sus fuentes de ingresos. Este fenómeno contribuyó al movimiento de entregas a domicilio, el cual puso de manifiesto la necesidad de empaques apropiados para el transporte de diferentes productos”, agregó Zumbado.
TODO EN LÍNEA
Un 40% de los entrevistados indicó que compra a domicilio, con frecuencia de compra semanal y quincenal en la mayoría de los casos. Dependiendo del país, los consumidores utilizan diferentes medios para realizar sus pedidos: en los países de menor cobertura de internet y telefonía celular vemos mayoritariamente el uso de las llamadas telefónicas, y en los países de mayor cobertura como Costa Rica y Panamá, vemos un uso significativamente mayor del WhatsApp, app’s de pedidos, página del negocio y redes sociales.
“Más allá de utilizar variables de medición tradicionales, hay que comprender a este ser humano integral y los retos y las motivaciones que están detrás de sus decisiones de compra. El e-commerce es un canal de comercialización amplio que derriba fronteras, pero que también requiere de un esfuerzo cualitativo para adaptarlo a los nuevos usuarios de todas las generaciones y un soporte humano empático con la curva de aprendizaje de nuestros clientes”, destacó Zumbado.
Quizás uno de los datos más interesantes de comprender, es que los centroamericanos ya venían avanzando de forma natural hacia un mayor conocimiento y adopción del comercio electrónico gracias al uso de plataformas como Cabify y Uber para transporte y las de delivery como Glovo, Hulu, Uber Eats, etc.
En el 2020 con la llegada de la pandemia, no hay duda de que se dio una aceleración importante en la adopción de formas de compra y pagos electrónicos. “El consumidor está más capacitado (por él mismo a través del uso constante), con menos temor y más dispuesto a la aventura de comprar en línea. De nuevo, no todos los países se comportan igual, por lo que debemos considerar la composición económica de cada país, así como de la cobertura de internet, uso de telefonía móvil y bancarización en muchos casos”, explicó Zumbado.
EMPLEO Y NUEVA NORMALIDAD
La situación y los resultados que arroja el estudio van de la mano con la afectación económica, no solo de la región sino a nivel mundial, que, sin duda, llegó a impactar los números de diferentes negocios.
En temas laborales y económicos, un 79% de los entrevistados reporta disminución en sus ingresos y un 46% indica que el ingreso familiar se vio disminuido más de un 51%. Un 38% por de los consultados no tenía ahorros al iniciar la pandemia y un 67% de los que tenían algo ahorrado ya agotaron todo lo que tenían en reserva, mientras que en el 48% de los hogares, solo una persona está aportando ingresos.